“Despierta, tú que
duermes…”
-Parte 1-
(Efesios 5:13)…“Por lo cual él dice:
“Despierta, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y el Mesías
resplandecerá sobre ti”.
El Padre Eterno
mismo por medio de su espíritu de la verdad está despertando, excitando y
comenzando a acelerar lo que está escrito sobre el regreso de la iglesia hacia
su estado inicial y original, como fue trazado por el Todopoderoso de acuerdo a
su voluntad y establecido por su hijo amado, Yahoshúa el Mesías. Los profetas
escribieron bajo inspiración sobre este tema en particular. Vemos uno de ellos:
Isaías 60:22“El más pequeño vendrá a ser un millar,
el más chiquito, una nación poderosa. Yo, el Padre Altísimo, a su tiempo me
apresuraré a cumplirlo.”
En estos tiempos en
particular las religiones del mundo sin excluir a ninguna habla de un
apresurarse muchísimo el día del señor, según sus expresiones. De este modo
incitan a los miembros de sus iglesias apresurar el paso en esto y aquello
especialmente en las ofrendas económicas y contribuciones para el reino falso
que ellos predican.
Este despertar es efectuado
por el Padre Justo por el poder de su espíritu de la verdad que se
manifestará en las personas que solo hacen su voluntad y que lo buscan no para
provecho personal sino para vindicar su santo y hermoso nombre en primer lugar.
En segundo lugar solicitan
al Padre Eterno que la congregación o iglesia que Yahoshúa el Mesías compró con
su sangre sea liberada de las falsas enseñanzas e influencia de hombres, con un
sinnúmero de religiones, que perjudican su propia existencia y de aquellos que
los siguen.
Queda más que claro que
ese acelerar en lo que respeta a la voluntad del Padre no será por la fuerza o
la voluntad de ningún hombre. Todos estos líderes influyentes no les
corresponden someter a personas poniendo el nombre del Padre Eterno como
pantalla. Jamás le podrán decir al creador de todas las cosas y fuente de la
vida misma como él debe hacer su voluntad y cuando.
Estos dicen de manera
subrepticia apurémonos cuanto más rápido lo hacemos el fin llegará rápido para
que se haga la justicia del altísimo juez supremo sobre la tierra.
¡Queremos verla! ¿Verdad? el Padre ya ha observado esa actitud por lo
que les dice:
(Isaías 5:19)“De los que dicen: ¡Venga ya: dese
priesa su obra, y veamos: acérquese, y venga el consejo del santo de Israel,
para que sepamos!”
Y otro profeta dice:
(Habacuc 2:3) Porque la visión es todavía para el
tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y no dirá mentira. Aun si
tardara, mantente en expectación de ella; porque sin falta se realizará. No
llegará tarde.”
Este despertar comienza
con un arrepentimiento profundo dentro del templo vivo, donde el Padre Justo
mora por espíritu de la verdad. Cuando este templo vivo reconoce por medio de
las santas escrituras e influenciado por el espíritu excelso del Padre eterno y
tomando comparación con la iglesia primitiva y observa con profunda humildad,
lo lejos que esta de la adoración verdadera, se arrepiente de su condición y de
sus enseñanzas erróneas y se vuelve a al Padre y fuente de la vida. La
condición de corazón del arrepentido lo expresa el profeta Esdras por
inspiración:
(Esdras 9:6)“Y pasé a decir: “Oh Padre mío, de
veras me da vergüenza y bochorno levantar mi rostro a ti, oh Padre mío, porque
nuestros errores mismos se han multiplicado sobre nuestra cabeza y nuestra
culpabilidad se ha hecho grande, aun hasta los cielos.”
Para los arrepentidos es
como un nacer de nuevo. Agradecen al Padre Justo no solo en palabras sino en
hechos y la virtud de las buenas nuevas se verá reflejada en la labor realizada
para el reino del Padre.
Recordemos de acuerdo a
las escrituras de aquel despertar de miles de personas por el hecho de que los
judíos se arrepentían y se volvían al Juez supremo bautizándose en el rio
Jordán con Juan el bautista o con los discípulos de Yahoshúa el Mesías. Esas
grandes cantidades de personas reconocieron su error y se apartaban del judaísmo
y sus líderes los cuales los habían llevado en primer lugar a la marginación
social y espiritual y como resultado apartados de las leyes del Padre
Eterno para una salvación por él.
Claro está, la
particularidad de la congregación no es la cantidad de personas sino la esencia
misma del arrepentimiento real y auténtico, esa clase de arrepentimiento donde
uno se halla enojado consigo mismo de tal modo que ésta actitud hace volver del
mal proceder y no se permite bajo ningún concepto volver a la misma condición
de desaprobación.
Rescatemos algunos textos entre muchos que habla
sobre ello:
(2Corintios 7:10) “La tristeza por voluntad del
Padre Justo produce un arrepentimiento saludable e irreversible; la
tristeza por razones de este mundo produce la muerte.”
(Salmo 32:5) “Por fin te confesé mi pecado, y no
encubrí mi error. Dije: “Haré confesión acerca de mis transgresiones al Padre
Justo y Fiel”. Y tú mismo perdonaste el error de mis pecados. . . .”
(Marcos 14:72) “En ese momento, el gallo
cantó por segunda vez, y Pedro se acordó de lo que Yahoshúa el Mesías le
había dicho: "Antes de que el gallo cante dos veces, tú dirás tres veces
que no me conoces". Y Pedro se puso a llorar con mucha tristeza.”
(Proverbio 28:13) “Ocultar sus faltas no conduce a
nada, el que las reconoce y renuncia a ellas se hace perdonar.”
Así será el despertar de la iglesia
hacia la condición en que se encontraba cuando los Apóstoles del Mesías la
cuidaban guiados por el espíritu de la verdad, será de acuerdo a la voluntad
del Padre Justo y no de los hombres. El Creador y fuente de la
vida mismo la despertará así como el la formó.
(Hechos 20:29-30) “Yo sé que después de mi partida
entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura,
y de entre ustedes mismos se levantarán varones y hablarán cosas aviesas
para arrastrar a los discípulos tras de sí”.
Las religiones hoy en
general no buscan arrepentirse de sus errores en absoluto. Tienen un
conocimiento equivocado de la adoración verdadera que el Padre exige.
Y lo que exige la adoración verdadera establecida por el Padre mismo
desde siempre es apartarse de las religiones, todas estas componen Babilonia la
gran ramera ninguna escapa a esta clasificación y calificación.
Estos cultos tienen hoy un
estilo particular de adular al altísimo Padre Justo y nada de esto tiene
que ver con un verdadero despertar. Está escrito, surgirán aquellos que creen
que un despertar de la iglesia se satisfará a sus propios criterios personales,
o reglas que parecen ser las verdaderas pero no lo son. Por tanto, estas
religiones si no analizan y comprenden que cada uno de sus componentes debe
dejar de lado las enseñanzas erróneas están en un riesgo de seguir tras ese
"despertar" falso como ha sucedido cuando éste se presentó.
(Lucas 21:8)“Dijo: “Cuidado que no los extravíen;
porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre, y dirán: ‘Yo soy ese’, y: ‘El
debido tiempo se ha acercado’. No vayan en pos de ellos.”
Las religiones, es decir, estas organizaciones
humanas tienen una particularidad interna. Una gran porción de sus componentes
se enfría espiritualmente, especialmente por el hecho de ver las cualidades de
aquellos que tienen responsabilidades como pastores, es decir los que llevan la
delantera, quienes no cumplen con los requisitos mínimos para tales puestos.
(2Timoteo 3:5) “aparentarán ser muy piadosos, pero en
su fuero interno le negarán todo valor a la piedad. A esa clase de personas
evitadlas,”
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(Romanos 13:9-14) "Porque esto: "NO COMETERÁS ADULTERIO, NO MATARÁS, NO HURTARÁS, NO
CODICIARÁS," y cualquier otro mandamiento, en estas palabras se
resume: "AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI
MISMO." El amor no hace mal al prójimo. Por tanto, el amor es
el cumplimiento de la ley. Y haga todo esto, conociendo el tiempo, que ya es
hora de despertarse del sueño. Porque ahora la salvación está más cerca de
nosotros que cuando creímos. La noche está muy avanzada, y el día está cerca.
Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de
la luz. Andemos decentemente, como de día, no en orgías y borracheras, no en
promiscuidad sexual y lujurias, no en pleitos y envidias. Antes bien, vístanse
del Mesías nuestro maestro, y no piensen en proveer para las lujurias de la
carne."
Gustavo Moreira.