Apocalipsis
Capítulo 1 2,3.
(Apocalipsis 1:2-3) “que ha testificado mediante la
palabra del padre y por el testimonio del Mesías, acerca de todas las cosas que
vio. Dichoso el que lee y los que escuchan las palabras de esta profecía y
guardan las cosas que en ella están escritas, porque el tiempo está cerca.”
Es notorio de que el que da
confirmación sobre el ministerio de Juan en lo que se refiere a dar testimonio
de la palabra del Padre justo no es él mismo; tampoco lo es el ángel enviado por el Rey
nombrado por el altísimo, es deducible por el hecho de que las expresiones en ambos
casos no están en primera persona.
Este tercero excluso hace una recopilación de expresiones o
conceptos vertidos en textos como revelación 22:6,16; Juan13:17; Lucas11:28;
Stgo.1:25.
Si bien da testimonio de que Juan es reconocido por el Rey nombrado por el soberano padre
eterno, este tercero nunca estuvo en contacto con el Apóstol Juan en el
momento en que el recibía por medio del ángel y del Mesías el apocalipsis. Por lo que se
puede deducir es que Juan haya tenido un discípulo en la isla de Patmos el cual
escribió lo dictado por el apóstol. Esto era muy común que tuvieran un ayudante
en su ministerio.
Lo que si queda claro que los conceptos vertidos en estos
tres versículos iniciales están en armonía con la enseñanza impartida por el
Mesías y el fundamento de los apóstoles y de que estos escogidos, por medio
del poder del espíritu excelso del Padre justo serían testigo del ministerio,
sacrificio y resurrección de la descendencia prometida, hasta la parte más
distante de la tierra.
(Efesios
2:20) “estando edificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los
profetas, siendo la piedra angular del edificio el Mesías mismo,…”
(Hechos
1:8) “pero cuando el espíritu de la verdad venga sobre ustedes, recibirán poder y
serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, aún en la región de Samaria y
hasta los confines de la Tierra.”
Como se puede observar en el libro de los
hechos de los apóstoles (que más adelante analizaremos) la labor ministerial de
las buenas nuevas, no solo amorosa y desinteresada de estos discípulos sino de
la abnegación manifestada de entregar su vida de lleno a obedecer al Padre justo al
soberano y creador de todas las cosas sin importar las consecuencias. Estos
hombres fueron testigos oculares del sufrimiento de Yahoshúa el Mesías .
(Hechos 5:32) “Y nosotros somos
testigos de estas palabras, y también el espíritu de la verdad, a quien el Padre ha dado a
los que creen en Él.”
En plena sintonía y armonía con el poder
del espíritu de la verdad el cual toma vigor por la fe, el amor, la obediencia
y abnegación en aquellos que con ardor y anhelo de agradar al Padre justo están
dispuestos a manifestar el fruto del espíritu de la verdad en toda circunstancia y
situación sin importar que ello les cueste la vida.
Así como el Juez Supremo suministró
maravillosas bendiciones por medio de hacer revelar las cosas que van a
suceder dentro de poco a los contemporáneos del Apóstol Juan, esta
extraordinaria bondad inmerecida del conocimiento de lo que a preparado
con detalles minuciosos, que las hace ver por medios de imágenes simbólicas
extraordinariamente dinámicas, es revelada a un grupo de personas que
simbolizadas por el Apóstol, son los que hoy manifiestan las cuatro cualidades
fundamentales del Padre Excelso, amor, justicia, sabiduría práctica y poder. Deben
mantener estas características fundamentales para que el espíritu sin
contaminación del padre eterno armonice con tales individuos.
Amor: (Juan 13:34-35) “Les doy un nuevo
mandamiento: que se amen unos a otros; de la manera que yo los he amado, ámense
también ustedes unos a otros. Por esto todos sabrán que ustedes son mis
discípulos, si se tienen amor unos a otros.”
Justicia: (Mateo 5:20) “Les digo, pues, que si su
justicia no supera la de los escribas y fariseos, no entrarán en el reino del
Cielo.”
Sabiduría y
conocimiento: (Mateo 11:18-19)
“Porque vino Juan, que no comía ni bebía, y han dicho: "Tiene espíritu
maligno", y vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen:
"He aquí un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de
pecadores". Pero la sabiduría ha sido justificada por sus hechos.”
El Mesías nos enseña a caminar sobre las aguas del sistema y no
hundirnos en sus aguas contaminadas y turbulentas por falta de fe.
(Efesios 1:17) “para
que el Padre de Yahoshúa el Mesías, el Padre de gloria, les conceda espíritu de
sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él,…
Poder: (2 Corintios
4:7) “Con todo, tenemos este tesoro en vasos de barro para que la grandeza del
poder sea del Padre y no de nosotros”.
(1 Pedro 4:11) “Todo el
que habla, que hable de acuerdo a la palabra del Padre, y todo el que ministra,
que ministre según el poder que el padre Justo le da, para que en todo lo que ustedes
hagan, el altísimo sea glorificado por medio del Mesías, a quien pertenecen la
gloria y la honra por siempre y para siempre.
Amén.”
(Efesios 3:20) “Y a
Aquel que es capaz por su gran poder de hacer por nosotros mucho más de lo que
pedimos o pensamos, conforme a su poder que opera en nosotros,”
El conocimiento de la palabra para
que el espíritu santo pueda dar el testimonio de Yahoshúa el Mesías y las revelaciones que
el recibe del Padre Excelso, es fundamental.
(Juan 15:26) “Pero cuando venga el
Ayudador, a quien yo les enviaré de parte de mi Padre, el espíritu de la verdad
que proviene de mi Padre, Él dará testimonio de mí.”
Deben aplicar
lo que predica y enseña. Por que, con que autoridad moral y espiritual puede
una persona ser portadora de las buenas nuevas si no la ha hecho parte de su
vida. Su moral y conducta sin esperar que sean perfectos, deben ser aceptable,
creíble.
(1 Corintios 6:9-10) “¿O no saben
ustedes que los inicuos no heredarán el reino del Padre? No se engañen: ni los fornicadores, ni los
idólatras, ni los adúlteros, ni los depravados, ni los que se echan con
varones, ni los avaros, ni los ladrones, ni los borrachos, ni los
calumniadores, ni los estafadores, heredarán el reino del altísimo soberano.”
(Romanos 2:20-24) “instructor de los
insensatos, maestro de los faltos de madurez, que tienes en la ley el modelo
del conocimiento y de la verdad; tú, pues, que enseñas a otros, ¿no te
enseñas a tí mismo? Tú que predicas que no roben, ¿robas? Tú que dices que
no cometan adulterio, ¿adulteras? Tú que desprecias a los ídolos, ¿saqueas el
santuario? Tú que te jactas en la ley, ¿deshonras al Padre Justo cometiendo
transgresión a la ley? Porque "EL NOMBRE DEL PADRE EXCELSO ES BLASFEMADO ENTRE LOS GENTILES POR CAUSA DE USTEDES", así como está escrito.”
Otra característica de estas personas,
que fueron simbolizadas por el apóstol Juan, es estar en la misma condición que
estaba el Apóstol bajo circunstancias adversas, es decir, padecer el verguenza,
humillación y reprobado de sus congéneres por dar testimonio fiel del mensaje
que el Padre Justo le entregó mediante su hijo amado. O al menos lejos de vivir una vida
mullida la que produciría una sensación de independencia de parte del Padre Excelso:
(Apocalipsis 1:9-11) “Yo, Juan,
hermano y copartícipe con ustedes en la aflicción y en la perseverancia por
causa de Yahoshúa el Mesías, me encontraba en la isla llamada Patmos a causa de la
palabra del Padre Justo y del testimonio del Mesías. Yo estaba en el espíritu
en el día de Yahshoúa el Mesías, y escuché detrás de mí una potente voz, como de trompeta,
que decía: Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias:
a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea.”
Este grupo de personas que hoy manifiestan el
fruto del espíritu y las calidades del padre eterno sigue a donde el hijo del altísimo vaya donde vaya.
También tiene otra característica, no son presidentes de
corporaciones religiosas, tampoco hombres prominentes de religiones de
características multinacionales. Ellos son los que uno menos piensa. Las
características mencionadas es los que los identifica sea hombre o mujer.
(Mateo
23:8-10) “Pero ustedes no los
llamen "Rabí", porque uno es su Maestro y todos ustedes son hermanos. A
ninguno llamen padre en la Tierra, porque uno es su Padre, que está en
el
Cielo. Tampoco que los llamen dirigentes, porque uno es su Guía,
Yahoshúa el ungido,…”
Gustavo Moreira.