El reino del Padre justo.
(3)
288 mil al servicio del rey
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El sacerdocio completo
¿Por qué
a Yahoshúa el Mesías solo lo acompañan 144000 sacerdotes
ungidos cuando en realidad para oficiar como sacerdotes son 288 Mil en
el servicio completo en el templo?
(Apocalipsis
14:1-5) “Luego miré, y apareció el Cordero. Estaba de pie sobre el monte Sión,
en compañía de ciento cuarenta y cuatro mil personas que llevaban escrito en la
frente el nombre del Cordero y de su Padre. Oí un sonido que venía del cielo,
como el estruendo de una catarata y el retumbar de un gran trueno. El sonido se
parecía al de músicos que tañen sus arpas. Y cantaban un himno nuevo delante
del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie
podía aprender aquel himno, aparte de los ciento cuarenta y cuatro mil que
habían sido rescatados de la tierra. Éstos se mantuvieron puros, sin
contaminarse con ritos sexuales (se refiere a fornicación espiritual expresamente en
este caso de los escogidos). Son los que siguen al Cordero por dondequiera que
va. Fueron rescatados como los primeros frutos de la humanidad para Padre
Excelso y el Cordero. No se encontró mentira alguna en su boca, son íntegros.”
En las
escritura el espíritu de la verdad se manifiesta con detalles y de manera
clara, el Padre todopoderoso y justo le concedió el pedido a su hijo.
Todos aquellos que están bajo el nuevo pacto en virtud de la sangre derramada
del mesías, permite que los resucite por bondad inmerecida y amor a su hijo a
la misma condición de aquel que los compró con
su sangre, en este caso para estar con él en los cielos quienes podrán
ver su gloria de luz inaccesible. Pero la voluntad del padre eterno no cambiará
sobre la constitución con respecto al reino como veremos luego.
Analicemos lo que está escrito en Apocalipsis 14: 1-5.
Si los
ciento cuarenta y cuatro mil cantan una canción delante del
trono…y…delante de los seres vivientes…y...de los ancianos…
¿Cómo pueden
estar ambos grupo (144 mil y los ancianos) al mismo tiempo en
diferentes lugares si sabemos que ambos simbolismos representan a los
mismos en diferentes situaciones y condición de los que están cantando?
¿Y si los
ciento cuarenta y cuatro mil cantan, porque NO los ancianos que son también los 144 mil? ¿Acaso
no son los mismos representados con otro tipo de imagen? ¡Sí! son dos
simbolismos totalmente diferentes, pero están directamente relacionados.
El espíritu
de la verdad dice que los 144 mil que cantan y que solo ellos pueden
aprender la canción son los que están con el hijo del hombre (El Cristo la descendencia prometida)
resucitados a vida espiritual.
Mientras que
los ancianos, es decir, los 144 mil que no cantan pero escuchan las
revelaciones que sus hermanos en los cielos les transmiten, son los que están
en la tierra como la otra división que conforma el reino del Padre Eterno
Todopoderoso, completando los 288 mil reyes-sacerdotes oficiando en el templo.
Veamos el
ejemplo como el Padre Justo permite que parte de los 144 mil reyes y
sacerdotes (o lo serán cuando Yahoshúa el Mesías se
siente a gobernar –mateo 25:31,32) que ya han sido resucitados en
cuerpos espirituales en los cielos se comuniquen con parte de los 144 mil
ungidos (o escogidos) que son reyes y sacerdotes en la tierra.
(Apocalipsis
7:13-15) “Entonces uno de los ancianos me preguntó: - Esos que están vestidos
de blanco, ¿quiénes son, y de dónde vienen? - Eso usted lo sabe, respondí. Él
me dijo: - Aquéllos son los que están saliendo de la gran tribulación; han
lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero. Por eso, están
delante del trono del Padre Eterno, y día y noche le sirven en su templo; y el
que está sentado en el trono les dará refugio en su santuario.”
El anciano
desde la región espiritual (un componente de los 144 mil en los cielos
que representa al conjunto de ellos) revela sucesos a uno de los
ancianos (Juan, que representa a los ancianos reyes sacerdotes en la
tierra) acontecimientos que ocurrirán en la tierra con respecto a
personas que por adherirse a la enseñanza del espíritu de la verdad por medio
de los escogidos de hoy, la bondad inmerecida se les extiende, por eso la
expresión del texto: “…el que está sentado en el trono les dará refugio
en su santuario.”
Recordemos que al santuario típico de Israel, solo entraban sacerdotes
para oficiar como tales.
(Zacarías
8:23) “Así dice el Padre Todopoderoso: “En aquellos días habrá mucha gente, de
todo idioma y de toda nación, que tomará a un judío por el borde de su capa y
le dirá: ¡Déjanos acompañarte! ¡Hemos sabido que el Padre Justo está con
ustedes!””
Los que
cantan en los cielos son los que el Mesías solicitó para que estén con él:
(Juan 17:24)
“Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean
mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la
creación del mundo.”
Pero como
reveló Yahoshúa el Mesías todos serán uno con él, así como él
los es con su padre:
(Apocalipsis
4:4) “Rodeaban al trono otros veinticuatro tronos, en los que estaban
sentados veinticuatro ancianos vestidos de blanco y con una corona de oro en la
cabeza.”
Esta es la
esperanza para todo aquel que cumple los requisitos para lograr por bondad
inmerecida la resurrección con un cuerpo espiritual. Este es el único modo de
estar junto a Yahoshúa el Cristo en los cielos de acuerdo a la
solicitud hecha por el Mesías a su padre.
Revelación
4:4 indica claramente que tanto los 144 mil resucitados junto al Cristo en los
cielos y los 144mil que completan los 24 tronos pertenecen al reino subsidiario
del Cristo. Por lo tanto el reino comienza en la tierra y culmina en los
cielos, formando el reino completo de Yahoshúa el Cristo la descendencia
prometida.
Estos 144
mil ungidos (O escogidos) que
completan el reino en la tierra son los que el mismo mesías señaló:
(Juan 10:16)
16 “Y tengo
otras ovejas, que no son de este redil; a esas también tengo que traer, y
escucharán mi voz, y llegarán a ser un solo rebaño, un solo pastor.”
El apóstol
pablo por medio del espíritu de la verdad revela que: Habrá personas en la
tierra que serán resucitadas en perfección e incorruptibles, y no por mérito
propio, sino por bondad inmerecida mediante la sangre derramada del Cristo la
descendencia prometida. Por lo tanto si hay resurrección espiritual para formar
el reino en los cielos, también habrá resurrección en la tierra formando el
cuerpo natural, completando los 288 mil reyes sacerdotes del reino subsidiario
de Yahoshúa el mesías. Este es el secreto de que habla el apóstol pablo:
(1 Corintios
15:42-44) “Así sucederá también con la resurrección de los muertos. Lo que se
siembra en corrupción, resucita en incorrupción; lo que se siembra en oprobio,
resucita en gloria; lo que se siembra en debilidad, resucita en poder; se
siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. Si
hay un cuerpo natural, también hay un cuerpo espiritual.”
(Romanos
16:25) “Ahora, al que puede hacerlos firmes de acuerdo con las buenas nuevas
que yo declaro y la predicación de Yahoshúa el Mesías, conforme a la
revelación del secreto sagrado que ha sido guardado en silencio por tiempos de
larga duración,…”
(Efesios
3:9) “y de hacer ver a los hombres cómo se administra el secreto sagrado que
desde el pasado indefinido ha estado escondido en el Padre Altísimo, que
creó todas las cosas.”
(1 Pedro
1:4-5) “y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable.
Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes, a quienes el poder del
Padre Justo protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha
de revelar en los últimos tiempos.”
(Efesios 1:8-14)
8 “Esta él la
hizo abundar para con nosotros en toda sabiduría y buen sentido, 9 por cuanto nos dio a
conocer el secreto sagrado de su voluntad. Es según su beneplácito que él
se propuso en sí mismo 10 para
una administración al límite cabal de los tiempos señalados, a saber: reunir
todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas en los cielos y las cosas
en la tierra. Sí, en su hijo, 11 en
unión con el cual a nosotros también se nos asignó como herederos, por cuanto
fuimos predeterminados según el propósito de aquel que opera todas las
cosas conforme a la manera como su voluntad aconseja, 12 para que sirviéramos
para la alabanza de su gloria, nosotros los que hemos sido los primeros en
esperar en el Cristo. 13 Pero
ustedes también esperaron en él después que oyeron la palabra de la verdad,
las buenas nuevas acerca de su salvación. Por medio de él también, después
que ustedes creyeron, fueron sellados con el espíritu de la verdad prometido,
14 que es una
prenda por anticipado de nuestra herencia, con el propósito de poner en
libertad por rescate la propia posesión del Padre Altísimo, para su gloriosa
alabanza.”
(Daniel 12:9-10)
9 Y él pasó a
decir: “Ve, Daniel, porque las palabras quedan secretas y selladas hasta el
tiempo del fin. 10 Muchos
se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente
actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que
tengan perspicacia entenderán.”
El Mesías
explica a Nicodemo sobre la nueva creación espiritual.
(Juan
3:1-12) “Había entre los fariseos un dirigente de los judíos llamado Nicodemo.
Éste fue de noche a visitar al Mesías. Rabí, le dijo, sabemos que eres un
maestro que ha venido de parte del altísimo, porque nadie podría hacer las
señales que tú haces si Padre Eterno no estuviera con él. De veras te aseguro
que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino del Padre Justo, dijo el
Mesías. ¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo?, Preguntó Nicodemo. ¿Acaso puede entrar por
segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer? Yo te aseguro que quien
no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino del Padre, respondió
el Mesías. Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.
No te sorprendas de que te haya dicho: “Tienen que nacer de nuevo.” El viento
sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a
dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu. Nicodemo replicó:
¿Cómo es posible que esto suceda? Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes
estas cosas? Respondió Yahoshúa el Hijo del altísimo Padre justo. Te digo con
seguridad y verdad que hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que
hemos visto personalmente, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si les
he hablado de las cosas terrenales, y no creen, ¿entonces cómo van a creer si
les hablo de las celestiales?
Nicodemo no
podía entender, ni los apóstoles lo entendía aún, ellos pensaban que el Mesías
restauraría el reino en la tierra únicamente, pero el propósito del Padre Justo
es ejercer el reino en su máxima expresión tanto en el cielo como en la tierra,
es decir en todo lo que es su creación aun aquella parte que aún no vemos sea
física o espiritual.
(1 Corintios
2:14-16) “El que no tiene el Espíritu de la verdad no acepta lo que
procede del Espíritu del Padre, pues para él es locura. No puede entenderlo,
porque hay que discernirlo espiritualmente. En cambio, el que es espiritual lo
juzga todo, aunque él mismo no está sujeto al juicio de nadie, porque “¿quién
ha conocido la mente del Padre Todopoderoso para que pueda instruirlo?»
Nosotros, por nuestra parte, tenemos la mente del Mesías.””
Ahora caemos
en la conclusión que todavía vemos 144 mil con el Mesías ¿y el resto que
completa los 288 mil donde están según enseña el espíritu de la verdad por
medio de las escrituras?
¡Bendito sea
el Padre Eterno! Aquí están:
Los 144.000 sellados
(Apocalipsis
7:1-8) “Después de esto vi a cuatro ángeles en los cuatro ángulos de la tierra.
Estaban allí de pie, deteniendo los cuatro vientos para que éstos no se
desataran sobre la tierra, el mar y los árboles. Vi también a otro ángel que
venía del oriente con el sello del Padre Justo. Gritó con voz potente a los
cuatro ángeles a quienes se les había permitido hacer daño a la tierra y al
mar: “¡No hagan daño ni a la tierra, ni al mar ni a los árboles, hasta que
hayamos puesto un sello en la frente de los siervos de nuestro Padre
Eterno!” Y oí el número de los que fueron sellados: ciento cuarenta y
cuatro mil de todas las tribus de Israel. De la tribu de Judá fueron
sellados doce mil; de la tribu de Rubén, doce mil; de la tribu de Gad, doce
mil; de la tribu de Aser, doce mil; de la tribu de Neftalí, doce mil; de la
tribu de Manasés, doce mil; de la tribu de Simeón, doce mil; de la tribu de
Leví, doce mil; de la tribu de Isacar, doce mil; de la tribu de Zabulón, doce
mil; de la tribu de José, doce mil; de la tribu de Benjamín, doce mil.””
Estos son
los 144 mil sellados en la tierra que no cantan pero que reciben de manera
armoniosa como con música que tañen arpas (apocalipsis 14:2) completan
el total de 288 mil sacerdotes que oficiarán en el templo donde el
Padre mora por espíritu puro y excelso.
Este es el
cumplimiento pleno de lo que el espíritu de la verdad revela en efesio 1: 9-14.
(Efesios
1:9-14) “Él nos hizo conocer el misterio de su voluntad conforme al buen
propósito que de antemano estableció en el Mesías, para llevarlo a cabo cuando
se cumpliera el tiempo: reunir en él todas las cosas, tanto las del cielo como
las de la tierra. En Yahoshúa el Mesías también fuimos hechos
herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las
cosas conforme al designio de su voluntad, a fin de que nosotros, que ya hemos
puesto nuestra esperanza en el hijo el hombre, seamos para alabanza de su
gloria. En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el
evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el
sello que es el Espíritu de la verdad prometido. Éste garantiza nuestra
herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por el Padre,
para alabanza de su gloria.”
Desde el
inicio mismo el espíritu revelaba a la Jerusalén espiritual, la iglesia de
Yahoshúa el Mesías, al verdadero rey y juez nombrado por mérito propio
para eximir del pecado (a las personas separada por el Padre Eterno) a
cada individuo que ejerce fe en el sacrificio perfecto con derramamiento de
sangre para sellar un nuevo pacto. Dijo David por inspiración:
(1 Crónicas
23:25) “David dijo: «Desde que el Padre Todopoderoso de Israel, estableció a su
pueblo y estableció su residencia para siempre en Jerusalén…”
(Salmos
132:14-18) “Éste será para siempre mi lugar de reposo; aquí pondré mi trono,
porque así lo deseo. Bendeciré con creces sus provisiones, y saciaré de pan a
sus pobres. Revestiré de salvación a sus sacerdotes, y jubilosos cantarán sus
fieles. “Aquí haré renacer el poder de David, y encenderé la lámpara de mi
ungido. A sus enemigos los cubriré de vergüenza, pero él lucirá su corona
esplendorosa.”
El espíritu
de la verdad también inspiró al apóstol Pablo a explayarse sobre la Jerusalén
celestial:
(Hebreos
12:22-25) “Por el contrario, ustedes se han acercado al monte Sión, a la
Jerusalén celestial, la ciudad del Padre Justo. Se han acercado a millares y
millares de ángeles, a una asamblea gozosa, a la iglesia de los primogénitos
inscritos en el cielo. Se han acercado al altísimo Juez Supremo, el juez de
todos; a los espíritus de los justos que han llegado a la perfección; a
Yahoshúa el mediador de un nuevo pacto; y a la sangre rociada, que habla
con más fuerza que la de Abel. Tengan cuidado de no rechazar al que habla, pues
si no escaparon aquellos que rechazaron al que los amonestaba en la tierra,
mucho menos escaparemos nosotros si le volvemos la espalda al que nos amonesta
desde el cielo.”
(Apocalipsis
3:12-13) “Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Padre, y ya no
saldrá jamás de allí. Sobre él grabaré el nombre de mi Padre y el nombre de la
nueva Jerusalén, ciudad de mi Padre Justo, la que baja del cielo de parte de mi
Padre; y también grabaré sobre él mi nombre nuevo. El que tenga oídos, que oiga
lo que el Espíritu dice a las iglesias.”
Ahora ¿Que
refuerza el hecho de que estos 144 mil sellados en la tierra son el
resto de los 288 mil que componen el reino del Padre Eterno?
(Juan
17:22) “Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como
nosotros somos uno…”
El Mesías se
refiere sobre el rebaño pequeño que no son del redil que son resucitados en
cuerpo espiritual sino que serán sacerdotes y reyes en la tierra como parte del
reino subsidiario del Mesías por mil años del reino del Padre Justo soberano y
verdadero.
Otro texto
que refuerza el hecho de que en la tierra estarán el resto de los 144 Mil que
componen el reino del Cristo de 288.000 es el siguiente:
(Revelación 20:7-10)
7 “Cuando que
hayan terminado los mil años, Satanás será soltado
de su prisión, 8 y
saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la
tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el
campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del
cielo, y los devoró. 10 Y
el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre,
donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán
atormentados día y noche para siempre jamás.”
Las
escrituras dan evidencia muy claras de que el reino de nuestro señor Yahoshúa
el Cristo, está compuesto por 144 Mil escogidos de la tierra que son resucitados
en los cielos como reyes-sacerdotes y estarán con el Cristo. Y de 144 Mil
que son escogidos en la tierra, que son resucitados en la tierra
como reyes-sacerdotes. Este texto es muy claro.
Los sucesos
que relata este texto ocurrirán en la tierra, no en el cielo. Satanás el diablo
ya no tiene acceso al cielo, pero aún tiene acceso y jurisdicción en la tierra.
En esta
última posibilidad generará influencia en personas perfectas como lo hizo con
Adán y Eva.
Tal será la
influencia y el modo de conseguir que personas perfectas lo sigan en su
rebeldía (el numero de estos seres
humanos perfectos, es como la arena del mar), que la rebelión contra el
reino subsidiario del Cristo, y de las personas perfectas que obedecerán al
padre altísimo por medio de ese reino, sufrirán a través de toda la tierra ese
último y desesperado ataque diabólico. Explica el texto que llegarán a rodear
la ciudad escogida la cual es parte de la Jerusalén celestial aquí en la
tierra.
Aún las
religiones, especialmente las protestantes entre ellos, los testigos de Jehová,
se preguntan quién quedará en la tierra para organizar o conducir en la
adoración cuando el juicio haya exterminado la maldad y el sistema de Satanás
el diablo. ¡Aquí tienen la repuesta dice el espíritu de la verdad!
(Juan 10:16)
“Tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a ellas debo traerlas.
Así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
Como podemos
ver con claridad que estas otras ovejas, según lo
manifiesta Yahoshúa el Mesías, no son la gran muchedumbre como las
religiones enseñan especialmente las protestantes. Estos son los reyes
sacerdotes de la congregación ungida, es decir la iglesia espiritual
de Yahoshúa el Mesías en la tierra, la parte visible de la
Jerusalén celestial. Estos son los ancianos que no pueden cantar la canción que
se ejecuta en los cielos.
Gustavo
Moreira.